Esta sociedad vive por estos días un ritmo de vida acelerado, algo que sin duda no deja libre a nadie. Todos los días la gente corre a sus trabajos, llena las micros, taconea las carreteras con sus autos catalíticos, deja sin aire el metro, hace sus trámites, estudia, come a la rápida en cualquier mall, pelea con sus iguales, duerme sólo un par de horas y vuelve al día siguiente a su triste realidad.
¿Pero qué ocurre cuando el humano se ve sometido a una catástrofe del tipo que sea?
Entonces comienzan las súplicas, los ruegos, todo el mundo, aunque no crea se acuerda de Dios, y los más despistados de la virgen, de san expedito o del que les salga más barato. Entonces se le exige a Dios que lo escuche a uno e incluso se viene el nerviosismo y en casos más extremos, la ira por creer que Dios no es tan justo como pensamos ni tan misericordioso, porque no nos atiende cuando nosotros queremos. "Cómo es posible que un Dios de esa naturaleza sea el que rige el destino del mundo!". [Esto último es sólo sarcasmo]
Aún después de todo esto, nuestro Dios, el verdadero, el único capaz de realizar milagros y darle el bienestar y vida eterna al hombre, se digna a escucharnos, y no sólo eso, atendernos y en innumerables ocasiones de las que más de alguno puede dar testimonio, sanarnos y suplir nuestras necesidades. Todo esto, de pura gracia, porque está más que claro que ninguno se merece nada de su parte.
Así las cosas, hay que reconocer que no todos los hombres sólo piden y piden, también hay más de alguno agradecido, por lo menos así lo muestra la escritura desde tiempos antiguos, por ejemplo:
Salmos 55:17.-
Mañana, tarde y noche clamo angustiado y el me escucha.
Salmos 64:1.-
Escucha, oh Dios, la voz de mi queja; protégeme del temor al enemigo.
Entre otros muchos textos que podemos encontrar, todo lo anterior aclara y establece una cosa, el hombre se ve necesitado, clama a Dios y Él responde, este primer punto entonces queda sellado.
Pasemos al segundo, quizás el que da pie a este inserto.
Dios trata de hablarnos, como un padre lo hace con su hijo, con amor, con paciencia, mucha paciencia, con esperanza de que las cosas cambien, de que uno en su porfía, pueda darse cuenta lo importante de enderezar la senda y caminar por el camino correcto en todo sentido.
Proverbios 4:10.-
Escucha, hijo mío; acoge mis palabras, y los años de tu vida aumentarán.
Proverbios 4:20.-
Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que te digo...
No tenemos todo el tiempo del mundo, no quiero ser trágico, pero de que nadie tiene la vida comprada, nadie la tiene. Aún el más rico será sometido a juicio, [así que Bill Gates prepárate porque de seguro pagarás por el software al que nos esclavizas]. No dejes pasar el tiempo, como si fuese algo infinito, escucha hoy la voz de Dios, misma que trata de decirte al oído lo mucho que te ama.
A propósito, este domingo en el templo de la Iglesia Bautista en Tomé,[ver su ubicación] se presentará un nuevo montaje teatral llamado, Escucha Hoy Su Voz...
Te esperamos a las 19:00, te llevarás un buen mensaje en el corazón...
Bendiciones...
Aún después de todo esto, nuestro Dios, el verdadero, el único capaz de realizar milagros y darle el bienestar y vida eterna al hombre, se digna a escucharnos, y no sólo eso, atendernos y en innumerables ocasiones de las que más de alguno puede dar testimonio, sanarnos y suplir nuestras necesidades. Todo esto, de pura gracia, porque está más que claro que ninguno se merece nada de su parte.
Así las cosas, hay que reconocer que no todos los hombres sólo piden y piden, también hay más de alguno agradecido, por lo menos así lo muestra la escritura desde tiempos antiguos, por ejemplo:
Salmos 55:17.-
Mañana, tarde y noche clamo angustiado y el me escucha.
Salmos 64:1.-
Escucha, oh Dios, la voz de mi queja; protégeme del temor al enemigo.
Entre otros muchos textos que podemos encontrar, todo lo anterior aclara y establece una cosa, el hombre se ve necesitado, clama a Dios y Él responde, este primer punto entonces queda sellado.
Pasemos al segundo, quizás el que da pie a este inserto.
¿En qué momento escucha el hombre a Dios?
Porque aunque algunos aún no se convencen, Dios está en constante intento de comunicación con nosotros y nosotros, como si fuésemos alguna clase de superhombre u otro tipo de ser mitológico, nos damos el lujo de no escuchar del todo y peor aún, de no obedecer a cabalidad.
Porque aunque algunos aún no se convencen, Dios está en constante intento de comunicación con nosotros y nosotros, como si fuésemos alguna clase de superhombre u otro tipo de ser mitológico, nos damos el lujo de no escuchar del todo y peor aún, de no obedecer a cabalidad.
Dios trata de hablarnos, como un padre lo hace con su hijo, con amor, con paciencia, mucha paciencia, con esperanza de que las cosas cambien, de que uno en su porfía, pueda darse cuenta lo importante de enderezar la senda y caminar por el camino correcto en todo sentido.
Proverbios 4:10.-
Escucha, hijo mío; acoge mis palabras, y los años de tu vida aumentarán.
Proverbios 4:20.-
Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que te digo...
No tenemos todo el tiempo del mundo, no quiero ser trágico, pero de que nadie tiene la vida comprada, nadie la tiene. Aún el más rico será sometido a juicio, [así que Bill Gates prepárate porque de seguro pagarás por el software al que nos esclavizas]. No dejes pasar el tiempo, como si fuese algo infinito, escucha hoy la voz de Dios, misma que trata de decirte al oído lo mucho que te ama.
A propósito, este domingo en el templo de la Iglesia Bautista en Tomé,[ver su ubicación] se presentará un nuevo montaje teatral llamado, Escucha Hoy Su Voz...
Te esperamos a las 19:00, te llevarás un buen mensaje en el corazón...
Bendiciones...
