Aunque no lo crean, esta vez no voy a criticar a nadie [por lo menos no duramente], ni enviaré a nadie al infierno, ni lo tildaré de pecador, ni nada por el estilo... Sólo quería escribir sobre algo que pasamos hace unos días con uno de los jóvenes bauchas...
Veníamos a bordo de un bus, (micro, autobús, guagua o como le llamen en su país) muy apretados ya que era tarde por la noche y los choferes acostumbran subir personas hasta que ya no pueda uno respirar.
Y resulta que junto a nosotros, estaban sentados dos jóvenes que, debido a su conversación, dedujimos eran ambos cristianos, aunque uno parecía más antiguo en la fe que el otro, ya que oficiaba en la conversación como una especie de consejero.
El asunto es que el menos experimentado, le decía que a veces se sentía culpable, ya que le gustaba mucho el fútbol y no quería molestar a Dios con sus partidos que, ocasionalmente compartía con otras personas, personas que obviamente no eran cristianas.
El "consejero", inmediatamente le recomendó apartarse de aquello, dejarlo del todo, no era posible que un joven cristiano que se precie de tal, comparta ese tipo de actividades, ni ninguna otra con el mundo, a Dios no le agrada, no era bueno, y al final terminarían por arrastrarlo y sería tan mundano como ellos.
Comprenderán que todos aquellos que les rodeaban en el bus, no hicieron otra cosa que burlarse con la mirada y de seguro pensaron, "estos canutos tan intransigentes!", tal vez pensaron muchas cosas más, pero bueno... a la imaginación de cada uno.
Lo cierto es que ese tipo de experiencias no son muy agradables para algunos de nosotros. ¿Qué provoca que algunos cristianos se expresen con tanto descuido ante los inconversos?
Porque es cierto que la conversación era entre ambos, pero al mismo tiempo, todos oíamos. Y no lo podíamos evitar, estábamos a menos de 2 centímetros todos y no había música, lo quisiéramos o no, oíamos igual.
¿Será que algunos pastores utilizan la metodología del terror para mantener a su iglesia dentro de los templos?
Faltaría sólo que les dijeran como en antaño, que los comunistas se comerían a sus hijos o algo por el estilo.
Yo creo que los extremos son los malos. Si jugar fútbol con tus amigos inconversos es lo que ocupa tu corazón la mayor parte del tiempo, y te será ocasión de caer, simulando faltas (como sé que hace más de uno) o incurriendo en epítetos no reproducibles acá con tus adversarios, entonces obviamente no es algo que te haga bien y de debe ser revisado.
Pero resulta que no todos los partidos se dan igual, muchas veces son grupos de verdaderos buenos amigos, que te respetan tal como eres, (eso cuando saben que eres cristiano) y te cuidan. Que son capaces hasta de aguantarse sus ganas de maldecir cuando estás entre ellos, entonces, ¿por qué abandonarlos?, mejor será aprovechar para invitarles a acompañarte de vez en cuando al templo.
Me parece que se debe tener cuidado cuando hablamos en algún lugar con personas desconocidas, sobre todo si carecemos de lecturas diarias e información. Ya bastante estigma de ignorante tiene el pueblo cristiano como para seguir contribuyendo.
Pero me parece además, que cada uno debe revisar la enseñanza que recibe en su iglesia de parte de sus líderes. Algo que hemos escrito muchas veces en este blog, con los tiempos que corren, plagados de información por todos los canales, ya no cuesta tanto informarse.
Ya saben, no solo de groserías debe uno cuidar su boca, sino también de las exageraciones cuando los no cristianos nos oyen. Dios es Dios de amor no de castigo, si así fuera, ya nos habría castigado bastante no creen...
Bendiciones...
