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Evangelismo en Coelemu

Esta vez el grupo ministerial de la Iglesia Bautista de Tomé, se trasladó hasta la comuna de Coelemu, al interior de la región del bío bío para entregar el mensaje de salvación que tanto bien hace. Fueron acompañados por la gente del grupo de teatro y por supuesto, por Bauchavisuales que entrega para ustedes las imágenes oficiales!


Si bien es cierto partimos con unos minutos de retraso, la verdad es que pudo ser mucho peor.
Algunas cosas que la gente no sabe...

El camión en el que trasladamos los equipos hasta Coelemu, a medio camino pinchó un neumático, gracias a Dios, se solucionó todo rápido, el camión siguió su marcha y pudo llegar sin mayores inconvenientes.




Otra cosa, el show infantil del "payasito sacapica" que en principio estaba programado para las 18:00 hrs. debió ser postergado sin previo aviso, nada más que porque el cura de la ciudad realiza desde las 19:00 la misa del día, por lo que el show debió esperar hasta pasado las 20:00 que fue cuando el cura decidió poner fin a su reunión.

Por supuesto que esto nos atrasaba un poco a nosotros también ya que ambas amplificaciones eran de características similares y la distancia entre una y otra no era como para realizar dos eventos simultáneos.





Tirón de orejas para la gente encargada de la municipalidad por no prever este tipo de cosas.

Con todo esto, el programa pudo realizarse de manera fluida, sin contratiempos y con la calidad que el Señor nos regala en cada salida a terreno enemigo.

Siempre es difícil ir al centro neurológico que el enemigo tiene en cada ciudad para moverse y no sentir que a veces las cosas se complican, pero a la vez, vemos que no importa el ruido ambiente, ni lo distraídos que puedan parecer algunos, que se esfuerzan por aparecer como si nada los afectase, la gente tiene problemas reales, tangibles, que no van a desaparecer por dar una vuelta a la plaza o mirar una feria, necesitan un cambio más radical y para esto el Señor usa lo que tiene a la mano, en este tiempo somos nosotros y nos sentimos complacidos por eso.

Una vez más agradecemos a Dios, porque la final de la jornada, que esta vez terminó mucho más tarde de lo habitual, revisamos el día y vemos cómo nos apartó de muchas cosas que siempre pudieron ser peores.

Ninguno del grupo se vio dañado, ni material ni espiritualmente, los pocos accidentes que hubo, no pasaron a mayores, esto no por nuestra capacidad de reacción, ni por nuestros reflejos a toda prueba, sino por que, es nada más que Dios quien cuida de nosotros.

Ahora a esperar una vez más un nuevo sector o lugar en donde llegar con nuestro ruido Santo, mientras, a prepararnos porque el trabajo nunca será fácil y siempre será sólo para valientes!

Bendiciones...