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Arriba ese ánimo...



Cuando las personas hacen "cosas", nunca toman en consideración las consecuencias que puedan traer sus actos, no creen que terceros se puedan ver afectados, podría ser para algunos entendible en días como estos, pero con todo. nos queda una sola cosa por hacer, animarnos unos otros, el pueblo de Israel debió apartarse de muchos para lograr dar con su destino y si ellos caminaron 40 años bajo el desértico sol, veamos el lado positivo, al menos sólo nos faltan 30.

A todos aquellos amigos hermanos y conocidos, quiero informarles lo siguiente:

Que últimamente nuestra vida se ha puesto cuesta arriba; que cuando menos lo pensamos el enemigo sigue dándonos por las canillas; que mientras más nos esforzamos, más duro es el ataque... por todo lo anterior y para sacudirnos un poco de todo esto, quiero agregar además la siguiente información:

Que no importando todo lo anterior, no pienso retirarme, e invito al que sea valiente de seguir adelante, a tomarse fuerte de la mano del Señor, siempre amiga y protectora, que nunca nos deja a menos que nosotros así lo queramos.

Hemos vivido juntos tantas cosas, hemos sufrido otras tantas, que no vale la pena retirarse ahora, nada más porque satanás así lo quiere... ¿Quién se cree que es? ¿Qué ha dado él por ti para que merezca que alguna vez le tomes en cuenta? que yo sepa nada, ni se ha esforzado ni dio a su hijo, ni se dejó morir en una cruz, nada, no vale la pena siquiera mencionarlo...

Amigo mío, sólo quiero motivarte a abrazar con fuerza la única gran causa que durante todo este tiempo nos ha movido a soportar, porque nuestro Señor se merece todo esto y mucho más, deja de prestar oído a los cuentos de vieja, [En gran parte dicho de forma literal] deja de ser arrastrado como hoja que lleva el viento en frío otoño, nada debe haber tan grave que sea capaz de quitarte el gozo de ser un hijo de Dios.

Una cosa más, sólo los fuertes y los valientes arrebatarán el reino de los cielos, no los mamones, ni los miedosos, ni los mandados, ni los que no se atreven a nadar contra la corriente.

Esto me lleva a agradecer a todos aquellos que a la luz de los hechos son capaces de mantenerse firmes en sus convicciones, en lo que nuestro Señor nos ha transmitido a través de su palabra, hay promesa fiel, pero no te preocupes por cobrarla que Dios siempre está atento para poner sobre sus valientes más fieles, las bendiciones más grandes.