Hoy escribo por eso y sólo por eso... Porque como muchos grupos de personas, hemos pasado por altos y bajos, porque nada es para siempre y eso lo sabemos, a excepción de la gracia de nuestro Dios.
Hoy me siento alegre porque estas últimas semanas los problemas no han estado ausentes, pero el Señor nos ha regalado a la congregación, reuniones buenísimas, en donde hemos podido entregar nuestras cargas y nuestras dificultades, para descansar y esperar en él.
Ayer por la tarde el Señor nos prometió una vez más que nuestra tristeza se transformará en gozo, nos recordó que todas las cosas nos ayudan a bien y que no debemos perturbarnos, sino que solamente seguir dando la buena batalla en pos de nuestra meta.
Hoy escribo sólo por eso, porque hay felicidad en los corazones, porque la desesperanza no ha logrado ser mayor que su promesa de victoria, porque no importa cuánto hablen, más nos animan a trabajar.
Hoy escribo estas líneas sólo por eso y no sólo porque me encuentre en zona wi-fi y me salga gratis, claro que no. Escribo porque el amor de Dios se ha mostrado más fuerte que nunca, porque cada vez que alguien cae, dos o tres nuevos se ponen de pie y nos animan a seguir trabajando y a no dejar nuestra promesa que de alcanzar vidas para Cristo.
Hoy me siento alegre porque estas últimas semanas los problemas no han estado ausentes, pero el Señor nos ha regalado a la congregación, reuniones buenísimas, en donde hemos podido entregar nuestras cargas y nuestras dificultades, para descansar y esperar en él.
Ayer por la tarde el Señor nos prometió una vez más que nuestra tristeza se transformará en gozo, nos recordó que todas las cosas nos ayudan a bien y que no debemos perturbarnos, sino que solamente seguir dando la buena batalla en pos de nuestra meta.
Hoy escribo sólo por eso, porque hay felicidad en los corazones, porque la desesperanza no ha logrado ser mayor que su promesa de victoria, porque no importa cuánto hablen, más nos animan a trabajar.
Hoy escribo estas líneas sólo por eso y no sólo porque me encuentre en zona wi-fi y me salga gratis, claro que no. Escribo porque el amor de Dios se ha mostrado más fuerte que nunca, porque cada vez que alguien cae, dos o tres nuevos se ponen de pie y nos animan a seguir trabajando y a no dejar nuestra promesa que de alcanzar vidas para Cristo.
Dios bendiga a todos aquellos que por buena voluntad predican la palabra de Dios.