Los problemas se suman y se suman, pero nuestro Dios, que es más power que cualquier demonio y figurilla de yeso, nos levanta victoriosos cada vez.
Ya no es nada nuevo para nosotros, cada vez que la Iglesia se propone estar en algún lugar de nuestra ciudad, el enemigo se las arregla para crear nuevos problemas. Si algo hay que reconocerle a satanás es su persistencia, el sujeto no se da por vencido, ¿persistencia o necedad?
Lo bueno es que trabajamos para el Rey de reyes, el dueño de todo, nada escapa a su poder y cada vez que el diablillo ese, pone trabas, Él en sólo unos minutos las resuelve y nos entrega todo bajo nuestros pies, como alguna vez lo prometió.
Debes saberlo satanás, mientras tengamos nuestras manos y voces seguiremos proclamando, porque cuando alargas las distancias, el Señor nos entrega nuevos medios de movilización, porque cuando trabas la mecánica de un vehículo, nuestro Dios envía más de un mecánico sin fines de lucro para resolver el problema y porque cuando nos cansamos, Él renueva nuestras fuerzas y nos pone de vuelta en la batalla.
No nos rendimos, porque tenemos promesa fiel...
Ya no es nada nuevo para nosotros, cada vez que la Iglesia se propone estar en algún lugar de nuestra ciudad, el enemigo se las arregla para crear nuevos problemas. Si algo hay que reconocerle a satanás es su persistencia, el sujeto no se da por vencido, ¿persistencia o necedad?
Lo bueno es que trabajamos para el Rey de reyes, el dueño de todo, nada escapa a su poder y cada vez que el diablillo ese, pone trabas, Él en sólo unos minutos las resuelve y nos entrega todo bajo nuestros pies, como alguna vez lo prometió.
Debes saberlo satanás, mientras tengamos nuestras manos y voces seguiremos proclamando, porque cuando alargas las distancias, el Señor nos entrega nuevos medios de movilización, porque cuando trabas la mecánica de un vehículo, nuestro Dios envía más de un mecánico sin fines de lucro para resolver el problema y porque cuando nos cansamos, Él renueva nuestras fuerzas y nos pone de vuelta en la batalla.
No nos rendimos, porque tenemos promesa fiel...
El que llorando esparce la semilla,
cantando recoge sus gavillas.
cantando recoge sus gavillas.
Salmos 126:6
Bendiciones
