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No entiendo


Yo más de una vez he pensado o dicho eso, no entiendo. Ya sea porque encuentro demasiado malo o injusto algún hecho que me sucede o porque simplemente Dios me bendice más de lo que según yo mismo merezco.

¿Te ha pasado alguna vez?, ¿Lo has sentido?

Sucede muy a menudo, sobre todo cuando se vienen al cerebro algunas preguntas de aquellas que muchos buscan dar respuesta basados en sus propios pensamientos o creencias, pero que ni siquiera por juego intentan dilucidar a la luz de las escrituras.

Así las cosas, a veces decir "no entiendo", no tiene nada de raro.

Personalmente tengo la convicción de que el día en que Dios me llame a su presencia entenderé todo aquello que quizás ahora "veo a través de un oscuro velo".

Si a veces el tiempo de Dios te parece en extremo largo o tendido, paciencia, ya vendrán días de gran gozo. Si en algún momento te parece que tus vivencias son demasiado injustas, tranquilo, ya vendrán los días de justicia divina.

Y si a veces las enseñanzas que recibes de parte de Dios, a través de la palabra, te hacen pensar... "No entiendo"... tranquilo, todo aquél que busca con tesón y persistencia el reino de Dios y su justicia, no sólo recibe bendiciones por añadidura, sino que además, el espíritu santo hace su trabajo y se encarga de explicar todo aquello que hasta ahora te hace decir; "No Entiendo".

Porque mis pensamientos no son los de ustedes,
ni sus caminos son los míos —afirma el Señor—.
Mis caminos y mis pensamientos
son más altos que los de ustedes;
¡más altos que los cielos sobre la tierra!
Isaías 55:8-9.-

Bendiciones