A propósito de grandes eventos evangelísticos, otro que tiene planes de llenar, esta vez un gran estadio, es el predicador argentino Dante Gebel, claro que en Diciembre de 2010.
Aunque la información ha llegado a nuestro mail un poco adelantada, de todos modos les contamos los planes que este carismático predicador tiene para el 2010.
Según el propio Gebel explicó a Protestante Digital, la idea es llenar el estadio de River Plate con más de 180.000 jóvenes entre los días 17 y 18 de diciembre de 2010, para que escuchen la palabra y "logren ver a Cristo".
Este tipo de convocatorias fueron bautizadas desde sus inicios en 1994 como: "superclásicos de la juventud", Gebel espera que aquellos asistentes de los primeros años, vuelvan esta vez trayendo consigo a nuevos jóvenes.
Para Gebel, el objetivo de estos espectáculos es "conseguir un efecto masivo y repercusión a la hora de extender el evangelio", y que además los asistentes "se lleven algo eterno". De esta manera, todo el trabajo que se hace de puesta en escena espera que, "aunque con el paso del tiempo se olviden del espectáculo y de lo que dije, no olviden como se sintieron" y, por ello, cada vez que acaba alguna de estas campañas afirma preguntarle a Dios "¿te han visto? ¿te han sentido como yo?".
Aunque la información ha llegado a nuestro mail un poco adelantada, de todos modos les contamos los planes que este carismático predicador tiene para el 2010.
Según el propio Gebel explicó a Protestante Digital, la idea es llenar el estadio de River Plate con más de 180.000 jóvenes entre los días 17 y 18 de diciembre de 2010, para que escuchen la palabra y "logren ver a Cristo".
Este tipo de convocatorias fueron bautizadas desde sus inicios en 1994 como: "superclásicos de la juventud", Gebel espera que aquellos asistentes de los primeros años, vuelvan esta vez trayendo consigo a nuevos jóvenes.
Para Gebel, el objetivo de estos espectáculos es "conseguir un efecto masivo y repercusión a la hora de extender el evangelio", y que además los asistentes "se lleven algo eterno". De esta manera, todo el trabajo que se hace de puesta en escena espera que, "aunque con el paso del tiempo se olviden del espectáculo y de lo que dije, no olviden como se sintieron" y, por ello, cada vez que acaba alguna de estas campañas afirma preguntarle a Dios "¿te han visto? ¿te han sentido como yo?".
